fresón de Aranjuez
La fértil vega de Aranjuez hace que sean exquisitos. Un natural color rojo, tersura y consistencia. Una apariencia que se corresponde con un intenso sabor y con un aroma que evoca a la primavera. Capaz de deleitar a los paladares más exigentes es un placer para los sentidos.
Sus frutos, muy ricos en vitamina C, tienen virtudes antianémicas y reconstituyentes. Resultan muy adecuados en la época de crecimiento. Esta baya se recogen en el punto de madurez más adecuado, cuando tienen más azúcares y resultan más dulces al paladar. Presentan una carne perfumada, jugosa y mantecosa, que se deshace en la boca a la mínima presión. Fresas y fresones son frutas muy delicadas y solo deben lavarse, separar del pedúnculo y preparar en el momento justo en que se van a consumir.