Es uno de los alimentos más adecuados para mejorar la circulación, reducir el colesterol, prevenir la arteriosclerosis. La berenjena estimula la bilis. Su consumo aporta minerales como el fósforo, hierro, sodio y potasio. Para su conservación es necesario un lugar refrigerado y su consumo debe ser lo antes posible (resiste poco más de diez días) ya que el fruto pronto presenta manchas pardas y empieza a amargar.